La Otra Exposición. (Texto de Ana Pellicer)

Eduardo Rubio Elosua, un gran observador,  lleno de curiosidad: curiosidad que lo lleva al encuentro con la belleza, en sus relaciones humanas, en el amor por la música, por el arte , por los libros, la literatura, la poesía, la fotografía y la buena vida. Siempre buscando, encontrando y jugando con todo lo que la vida le ha ofrecido y que el toma con singular creatividad y alegría. Solamente alguien así es capaz de crear una exposición como la que está expuesta en este esplendido lugar y al mismo tiempo invitarnos semanas después de la inauguración a ver otra exposición de videos que emerge de buscar lo poético en el Arte.

Hace muchos años que Jim y yo tuvimos el placer de conocer a los padres de Walo. Al poeta Don Alfonso Rubio y su esposa Doña Esperanza Elosúa,  fueron ellos quienes más tarde nos presentaron con Walo. Ha pasado más de una década y poco a poco nos hemos convertido en amigos entrañables de esta hermosa pareja, Lourdes Islas y Eduardo Rubio.  En muchas ocasiones hemos compartido sus fotografías después de un viaje, las obras de arte que lo han subyugado y que ha capturado con su cámara en los museos, catedrales, castillos, ciudades y paisajes. Lo que más le cautiva son los detalles y los congela con su lente, particularidades que puntualizan sentimientos como la ternura, la belleza, el erotismo y lo místico.

Apresar los detalles ha sido casi una obsesión y es el meollo de esta muestra tan basta que nos ofrece. Hace tiempo que esta selección se fue convirtiendo en un proyecto muy interesante, lo empezó a concebir y fraguar y lo concretizó en este  concierto de particularidades que nos brinda. Este concepto que tiene como materia prima fragmentos de las obras más importantes en la historia del arte, él lo titulo, “Buscando lo Poético en la Pintura del S.XV al Grafiti.  Una enorme gama de superficies pintadas y encuadradas en el mismo formato e impresas con el mismo proceso.  El pasado mes de diciembre cuando se inauguró esta exposición, a pesar de que yo ya había visto en su casa parte de la obra expuesta, el día de la apertura, cuando me encontré con todas ellas, me sentí como Alicia en el País de las Maravillas. Caí en la profundidad y entré en un libro gigantesco, ahí, recorrí sus enormes páginas, llenas de fragmentos que me dieron la posibilidad de intimar con partes de las obras de grandes creadores. Así, pude apreciar detalles, colores, texturas, pinceladas, nunca antes percibidos.

Hoy Walo nos invita nuevamente a recrearnos en esta muestra que yo llamo, “La  Otra  Exposición”. Me hace pensar en Johan Huizinga, autor del libro el Homo Ludens.  Huizinga dice, “ El juego existe antes que la cultura acompañándola y penetrándola desde el principio hasta nuestros días.  La primera característica del juego: es que es libre, es de hecho la libertad. La segunda es que no es “ordinaria” o “real”. El juego es diferente que la vida común, tanto en su ubicación como en su dirección y esta es la tercera característica del juego.

Ahora  estamos jugando con los videojuegos de Walo, y al mismo tiempo somos participes de una instalación de arte contemporáneo compuesta de una serie de  videos, divididos en diferentes temas, las manos, los rostros, los cuerpos, el erotismo, lo místico, lo abstracto y el grafitti. Obras que emergen de  detalles y que crean otras obras de arte, acompañados de música y pensamientos del autor.  Aquí existen dos aspectos que me interesan profundamente:

El primero, está directamente relacionado con Marcel Duchamp, quien abominó la sedimentación simbólica de las obras artísticas como consecuencia del paso del tiempo, y exaltó el valor de lo coyuntural, lo fugaz y lo contemporáneo. Duchamp, gran valedor de la creación artística como resultado de un puro ejercicio de la voluntad.  Es muy duchampiano utilizar detalles de las obras maestras como ready-made, poniendo las nuevas obras en un contexto diferente

El segundo aspecto: La sección aurea es una forma de equilibrio observada por los griegos en la naturaleza y aplicada al arte.  Walo al utilizar una pantalla que tiene proporciones cercanas a la sección dorada crea una nueva sección dorada cada vez que muestra una fotografía. Y así podemos seguir al infinito. Walo busca el arte en el arte mismo utilizando fragmentos de grandes obras para crear otras nuevas.

Muchas gracias

Ana Pellicer

Enero 28, 2011

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