He aquí una colección que se está formando de detalles de pinturas que se encuentran en diferentes museos y que una vez que se edita el fragmento deseado, se somete la fotografía a un escrupuloso proceso de limpieza mediante el cual desaparecen las grietas producidas a través del tiempo por cambios de temperatura, las manchas, las luces indeseadas, los fragmentos de polvo acumulados en su superficie, luego, procedo a trabajar la frescura de la piel y ya terminado este proceso que puede durar hasta cuarenta horas, selecciono un marco usualmente tomado de alguna pintura de otra época. Muchas de estas imágenes serán parte de la exposición que comenzará a circular por los ciento trece municipios de Michoacán a partir de este mes. Entre los retratos que incluyo hay de Leonardo Da Vinci, de Ghirlandaio, del Veronese, de Van Dyck, de Ingres, de Monet, y de otros.
Este proyecto es parte de un viejo sueño: llevar el arte hasta el rincón más apartado del planeta.
La propuesta concreta es llevar cincuenta fotografías impresas en muy alta resolución, en un formato de 120 X 120 centímetros cada una y en materiales resistentes a la intemperie, a comunidades muy apartadas de los centros en donde por siglos se ha concentrado gran parte de la oferta cultural de las exposiciones de las obras pictóricas de los grandes maestros.
Hoy, gracias a la tecnología a nuestro alcance esto lo podemos hacer posible, pues, a pesar de no tratarse de las pinturas originales, si se trata de registros muy fieles de las obras originales, trabajadas en post producción con photoshop para dejarlas sin impurezas, quitándoles también manchas o craqueladas debidas a los efectos de la entropía natural. Cada fotografía fue tomada directamente en los museos en donde éstas se encuentran con equipo […] Seguir Leyendo
Grand connaisseur des arts, ami fidèle et collaborateur diligent des créateurs et de leurs œuvres, auxquels il a consacré une grande partie de sa trajectoire professionnelle, défenseur acharné de l’importance cruciale de la beauté dans la vie quotidienne, Eduardo Rubio a résolu à l’âge de la sagesse de mettre son inépuisable créativité au service de sa propre carrière artistique en mariant deux de ses plus grandes passions, la peinture et la photographie.
S’attardant des heures dans ces galeries de musées où les touristes de la consommation de masse ne passent bien souvent qu’en coup de vent, sans doute par peur de « rater quelque chose », Eduardo, fidèle à son instinct d’épicurien de l’esthétisme, a pris le temps de s’arrêter, de poser son regard inquisiteur et son matériel photographique, et de se laisser charmer, ici par l’éclat d’un fruit, là-bas par le pli d’une robe, plus loin par un sein naissant […] Seguir Leyendo